Caminar cuando todos duermen: así son 12 horas de recorrido nocturno en el Páramo de Belmira
Subir de noche al Páramo de Belmira es aceptar un pacto silencioso. La montaña le dará un amanecer inolvidable, pero antes le exigirá frío, barro, oscuridad y humildad. Esta es la historia de una travesía de 12 horas donde el cuerpo se congela, la mente resiste y el espíritu —contra todo pronóstico— florece entre frailejones.